jueves, 29 de julio de 2010
Autoridades regionales contra la vida infantil
Es lamentable observar la falta de sensibilidad y prevención contra la mortalidad infantil por parte de las autoridades regionales. Las últimas muertes de 41 niños (ahora seguramente que son más) pone en evidencia que el sector salud y los demás sectores, no están pensando sobre alternativas viables para prevenir la muerte de niños y niñas, al contrario se encuentran como diablos en campaña a favor del candidato Isauro Fuentes. La consigna no es defender la vida, sino hacer campaña política, usar de algún modo los recursos del Estado, para perpetuarse en el poder.
En las continuas reuniones de todos los allegados de Hernán Fuentes que se realizan en las instalaciones de la ex COOPOP de Juliaca todos los domingos y donde asisten puntualmente estos favorecidos con algún cargo público, no discuten sobre el desarrollo de la Región Puno. Y menos sobre el futuro de la niñez puneña. Piensan eso sí entre las “chelas” y “pichangas deportivas”, cómo muchos limitados azangarinos con el único mérito del paisanaje deben asegurar la elección del movimiento y para tal fin valerse de la demagogia ramplona.
Ser autoridad en la actual gestión regional se ha convertido en una especie de acertijo. Esa sucesión de autoridades limitadas en el pensar y desconocidas en la sociedad regional no entienden que hay temas de agenda regional urgentes para ser atendidos, y uno de ellos es la vida de los niños y niñas. La muerte de 41 niños no los conmueve, no los intranquiliza, ni menos los pone en emergencia permanente por su salud.
Cuando con impotencia vemos cesar la vida de niños aimaras y quechuas, vemos como se contraponen la cultura de muerte con la cultura de la vida, y esa dramática expresión de la dejadez en los sistemas de prevención, la improvisación política, y la falta de una verdadera preocupación por la calidad de vida de los niños y niñas. Esa postura es recurrente año a año, sino recordemos los mismos hechos del año pasado. Casi nada se hizo y la historia se repite, y hoy las muertes de niños y niñas se incrementan como el fríaje que los castiga cada vez más.
Hernán Fuentes, que es presidente de Defensa Civil, ni el Director de Agricultura saben que hay formas de prevenir y educar a la población sobre la formas de contrarrestar el frio altiplánico. Ellos están preocupados en reclutar gente allegada que esté dispuesta a hacer campaña política por el hermanísimo. Sino cómo explicamos la salida inexplicada de Percy Zaga de la gerencia de Desarrollo Social o la salida repentina del titular del sector salud a pocos días de su designación.
En la población regional hay un consenso generalizado sobre la erradicación de la mortalidad infantil, que las campañas y las verdaderas campañas deben ser a favor de la vida de la niñez desamparada de sus autoridades. Hernán Fuentes en su proselitismo político se jacta de haber construido muchos locales escolares, pero veamos lo irónico y contradictorio de esas construcciones. Son refrigeradoras que atentan la salud escolar, y por lo tanto con todos esos desaciertos se comporta como Herodes en una fiesta infantil.
martes, 20 de julio de 2010
Un estudio longitudinal de la Educación puneña
Walter paz Quispe Santos
Desde hace un buen tiempo necesitábamos tener certezas y certidumbres sobre nuestra educación regional. Pero, como anillo colocado al dedo nos llegó un estudio longitudinal en Puno “Del quinto año de primaria al fin de la secundaria en seis años” (2010). Se trata en realidad de un estudio de Santiago Cueto, Gabriela Guerrero, Juan León, Álvaro Zevallos y Claudia Sugimaru propiciados por el Grupo de Análisis para el Desarrollo (GRADE) y el Consorcio de Investigación Económica y Social (CIES), dos instituciones serias en cuanto a la evaluación de proyectos y programas sociales en educación.
¿Qué nos dicen los autores de esta investigación sobre nuestra educación regional? En primer lugar, que el rendimiento en una prueba estandarizada de matemática en quinto de primaria tiene un peso estadísticamente significativo para explicar el rendimiento en comprensión de lectura y matemática seis años después, así como la probabilidad de avanzar de grado sin repetir. Además evidencias de que la deserción escolar se encuentra asociado a la necesidad de trabajar. En suma, el estudio nos sugiere la necesidad de encontrar mecanismos para apoyar el desempeño educativo de estudiantes de contextos de mayor pobreza y/o menor rendimiento, que si bien no son discriminados por el sistema, tampoco son atendidos en sus necesidades específicas.
Esto nos da razón en alguna de las hipótesis que planteamos hace algún tiempo sobre el anacronismo del Diseño Curricular Nacional que propone un modelo de educación vista desde la perspectiva del experto que según la lógica curricular del Ministerio de Educación sólo ellos saben qué deben aprender los estudiantes de todo el país, sin tomar en cuenta que los últimos movimientos de dinamización curricular señalan que la mejor forma de concebir y proponer un curriculo emergente y consensuado y por lo tanto legítimamente construido era la que partía desde la mirada del inexperto; es decir, desde las necesidades, demandas e intereses de los estudiantes.
Mucho del fracaso escolar, está asociado a que las necesidades específicas de los estudiantes no son atendidas por el sistema educativo peruano que sigue promoviendo una educación a espaldas de las exigencias de un curriculo funcional, o un curriculo orientado a promover un proyecto de vida. La terquedad y la forma contestataria con que responden los especialistas del Ministerio de Educación a propuestas emergentes y de mayor pertinencia cultural y relevancia social como el Proyecto Curricular Regional, no sólo refleja la falta de sensibilidad para tratar la complejidad multicultural del país y la incapacidad para promover una real descentralización educativa.
Lo otro preocupante: el mismo estudio muestra datos de cómo nuestra educación le dedica pocas horas al trabajo pedagógico y la práctica de una pedagogía poco pertinente con las demandas de aprendizajes de calidad. Esto nos sugiere que debemos poner mayor esfuerzo a dedicarle mayor cantidad de horas al trabajo pedagógico, y supone que debemos pensar dos veces al momento de suspender labores para actividades como las conocidas olimpiadas magisteriales, paros o actividades festivas; y revisar nuestras formas de trabajo pedagógico donde muchos educadores siguen priorizando el dictado de clases que en las reflexiones de nuestro tiempo aportan poco en la tarea de enseñar a pensar a nuestros estudiantes.
La educación puneña se encuentra en el puesto 16 entre las 24 regiones en las evaluaciones de rendimiento en primaria y en el puesto 22 en las evaluaciones de secundaria, lo que sugiere patrones que podrían estar vinculados a una menor calidad de los colegios secundarios y/o tasas diferenciales de deserción de los estudiantes de nuestra región en comparación con otros.
lunes, 19 de julio de 2010
El currículo Regional y el desarrollo de Puno.
Walter Paz Quispe Santos.
Pensar Puno es una disciplina en receso. Si uno revisa la cantidad y calidad de información sobre el pensamiento puneño o puneñista sobre el desarrollo regional no encontrará casi nada en las últimas publicaciones. Es penoso constatar que el destino de Puno sea decidida por el centralismo limeño y con un desconocimiento de la complejidad del altiplano y la selva puneña y sus potencialidades.
En el sector educación existe un instrumento denominado Diseño Curricular Nacional, que se usa en la Región Puno, y si uno mira en sus páginas alguna idea para la formación puneñista que asuma la puneñidad y el puneñismo en sus nuevas generaciones no encontrará nada significativo para los intereses regionales. Así se forma estudiantes que renieguen de lo suyo y piensen más en migrar a otras ciudades y que sus recursos locales y regionales no sean parte de su agenda estudiantil. Es lamentable comprobar que los estudiantes de Carabaya no tengan tiempo para tratar sobre su potencial minero y pecuario en su currículo y los estudiantes de Sandia no tengan espacio en sus áreas curriculares para investigar su potencial agroindustrial ni pensar las posibilidades de su desarrollo. Lo mismo les sucede a los estudiantes de la provincia de Puno, cuando tratan del Lago Titicaca, lo hacen como si estudiaran un tópico de la cultura griega o romana con el mínimo interés. Todas las provincias de la región Puno en educación viven a espaldas de su desarrollo, de las posibilidades de explotación de sus recursos y de la formación de una verdadera ciudadanía regional que tenga sentido de pertenencia hacia su región, identidad y autoestima.
Existe una especie de sometimiento legal centralista que no permite que las regiones formulen curriculas coherentes con los intereses y necesidades para sus pueblos en función de su desarrollo local, por eso existe una especie de imposición de contenidos descontextualizados y nada significativos para los estudiantes al planteárseles una diversificación curricular que exige que en un 70% sean respetados esos contenidos y sólo en un 30% puedan ser modificados de acuerdos a los distintos contextos. Esta forma de pretender resolver los problemas educativos no ha conducido a ningún resultado importante para la Región de Puno, ni las demás regiones del país. Por eso se alza como una alternativa el Currículo Regional.
En la región Puno, a través de la Dirección de Gestión Pedagógica de la DREP desde hace dos años vienen construyendo con la participación de todos los actores sociales como: estudiantes, profesores, padres de familia, sociedad civil, empresarios, organizaciones de base, entre otros; un currículo regional que tiene más legitimidad que el currículo nacional; porque asume una forma de construcción más democrática y abierta que contrasta con la formas poco democráticas y cerradas de las macrodecisiones curriculares del centralismo limeño. Sin duda, se trata de un currículo cuyo autor intelectual es la ciudadanía regional y no como sucedió con el Proyecto Educativo Regional donde algunos “iluminados” salieron a exigir su autoría.
El proyecto curricular regional, entra este año en un proceso de validación a partir del dos de junio en centros educativos piloto en todas las modalidades y niveles de la Educación Básica Regular. Y es justo que así sea, porque la propuesta necesita ser interrogada en nuestra compleja y cambiante realidad puneña. En esta etapa ha despertado un entusiasmo y vivo interés en el magisterio regional y los padres de familia, y requiere ser afirmado con mejores e inteligentes ideas para que sea una propuesta que permita el desarrollo regional puneño.
El PCR recoge el sueño de José Antonio Encinas, Telésforo Catacora, María Asunción Galindo, Manuel Z. Camacho, Carlos Condorena y otros tantos puneños de allende y aquende que pensaron Puno y señalaron una región próspera y dueña de su propio destino.
Docencia y decencia política
Walter Paz Quispe Santos
Miles de niños y niñas, adolescentes y jóvenes, empiezan a ver el show político que se inicia estos días. Circo o comedia, igual, la función ha comenzado.
Los actores, son muchos avezados en el acto de mentir. Pero el libreto no les ayuda mucho, el guión es el mismo de siempre. No han renovado un mínimo en sus conductas políticas. Su charlatanería política no tiene nada de nuevo.
Algunos son humildes desconocidos, otros son ex rectores defenestrados, decanos sin facultad, profesores universitarios mediocres, alcaldes destituidos, regidores de buhonería, consejeros regionales de desecho, periodistas logreros, todos o casi todos con cierta experiencia en la administración pública, pero cuya falta de rendición de cuentas es escandalosa.
Y como la retórica aliña todo. Todos esconden sus miserias y se presentan autopositivamente. Hablan bien de sí mismos y se trata del otro, ese otro contendor; hablan mal de ellos. En eso consiste hacer política, ese mal inmaduro que se colorea con frases descomedidas lejos de una verdadera docencia y decencia política.
No hay un área curricular de educación política en nuestras escuelas y colegios. Nuestros niños y niñas recibirán por lo tanto, lecciones de ciudadanía de esta parva de profesores de calle o plaza, de radio o televisión, que como sabemos más saben de bufonería, y esas malas artes llenas de chabacanería que ya causa bostezos.
Esta es la otra escuela, a la que se le ha llamado “comunidad educadora” y que se presenta atractiva en sus sesiones públicas, pero que es más nociva que todo un año escolar completo, ya que esos niños y niñas que escucharán y verán el comportamiento de esos practicantes de política, aprenderán mucho de su falta de docencia y decencia política. Y cuando sean “grandes”, es decir, cuando participen en la época que les toque dirigir los destinos de nuestros pueblos, de seguro que reproducirán el mismo discurso callejero.
Por eso, es importante que la agenda electoral tenga mucho de docencia y decencia política. Que cuando se abra la boca, se piense en los niños y niñas que los están escuchando o mirando y por supuesto aprendiendo de ellos.
Hay que distinguir que no es lo mismo educación y política. La educación tiene como finalidad dilucidar y desarrollar saberes, capacidades y conocimientos en un marco pedagógico y didáctico. Pero esa educación que se práctica, tiene su dimensión política. Y esa actitud es central en el desarrollo de la personalidad del fututo ciudadano. Porque de ello dependerá la calidad de ciudadanos y las formas de conducta política que desarrollen nuestras comunidades, distritos, provincias y la Región Puno.
En cambio lo peculiar de la política es la confrontación de ideologías, programas doctrinarios, y propuestas de desarrollo local, regional o nacional, donde existe un vencedor y unos vencidos, que en una justa electoral pasan a ser parte de la oposición. Sin embargo, en esa práctica política existe una dimensión educativa. Es decir, como políticos existe la necesidad de educar, o cada vez que se aparece en el escenario público se está educando con las formas de comportamiento político que uno tiene.
Estos últimos años la política estuvo lleno de escándalos y corrupción. Cambiemos esas formas antieducativas de ejercicio político. Es necesario hacer docencia y tener decencia política.
Pues nada
Walter Paz Quispe Santos
Es la respuesta de la población si evalúa la gestión y logros obtenidos por los consejeros regionales y congresistas de la república: no hicieron nada. Y nada, consultado en un simple diccionario escolar de la Real Academia de la Lengua española quiere decir en su primera acepción: ninguna cosa, inexistencia total de algo.
Las consecuencias de una mala elección se notan ahora. La efervescencia de optar por un candidato se aprecia por sus hechos una vez electos. Y hoy es oportuno hacer un balance de los logros obtenidos por los consejeros regionales y congresistas de la república, sobre lo que consiguieron y lo que no pudieron lograr.
Empecemos por los consejeros regionales. Ser consejero regional en Puno, es una especie de acertijo, un cargo conseguido por inercia, por una elección de suerte. Una forma de movilidad social para conseguir estatus y usar tarjetitas para influir, hacer lobby en beneficio personal, colocar a terceros en puestos de la administración pública. Ser amante del escándalo y la miseria intelectual. Los proyectos estratégicos de la región Puno y las provincias a las que representan no están en su agenda. Pero sí, cuidar sus bolsillos -o sino como explicamos la adulteración de boletas de consumo- y la panacea de la corrupción.
Y proceder como consejero regional en Puno, significa actuar como el cangrejo: no hacer nada ni dejar hacer a los demás. No avanzar hacia delante al contrario recular o retroceder. Se trata de una rara tipología política provinciana entremezclada no en la ideología ni sus convicciones, sino en el interés personal. Así tenemos juntos ha apristas con nacionalistas, el PDR con el oficialismo patriotero del Presidente Regional. Es decir, nadie sabe quién es en términos políticos. Así concluyó el tristemente celebre Abdias Zelio Ponce y así empieza Angel Zapana, con las mismas posturas, con la misma lentitud frente a la corrupción y el desarrollo de Puno.
¿Y los congresistas? Es otro lugar común de nuestra institución republicana llamado Puno y Perú. Tener influencias en los movimientos, agrupaciones o partidos políticos y juntar dinero para hacerse de una curul. Conseguirlo es como obtener la lotería. No importan los programas políticos, las propuestas de desarrollo regional. Ser congresista en este país significa vivir en Lima y olvidarse de los problemas regionales. “centralizarse” y viajar a sus lugares de origen en ocasiones como los aniversarios o hacer de dama de compañía de algún Ministro de Estado que ocasionalmente visita la periferia regional. Hace algunos años había una excepción que confirmaba la regla, pero hoy no. Todos presentan los mismos rasgos, las mismas costumbres y el mismo manierismo y voyeurismo político de aparentar que se gobierna para la región cuando en realidad se es víctima del marasmo provinciano subordinado al centralismo limeño.
Los consejeros regionales y los congresistas de la república no son parte de la solución de los problemas de Puno, al contrario son parte del problema. Son la misma cosa, dicen muchos sectores de la ciudadanía regional. Y el mejor ejemplo de nuestra falta de análisis y criticidad al momento de elegirlos y producto de la ofuscación publicitaria de los medios de comunicación en las campañas electorales.
Hace muchos años Jean Meynaud y Alain Lancelot habían señalado estos males en un célebre libro “Las actitudes políticas” y hace poco George Lakoff (2008) en su libro “No pienses en un elefante” nos explica estas miserias humanas de seres involucrados en la política cual “cangrejos” son culpables del atraso de los pueblos porque no permiten su desarrollo. Ojala en las próximas elecciones no cometamos el mismo error de siempre de elegir cangrejos como políticos.
Nacionalidades sin patria
Walter Paz Quispe Santos
¿Qué es la patria para las nacionalidades aimaras, quechuas y amazónicas del Perú? Sin duda, es la postergación y la exclusión, el abandono y la incomprensión. También es el despojo ecológico y desprecio cultural. Es representarse en una ciudadanía de segunda clase, en la periferia de los actos políticos, en los niveles bajos de calidad de vida. La patria para los aimaras, quechuas y amazónicos es un significado negado, castrado del discurso y las políticas oficiales del Estado.
Es que patria no puede ser sólo colocarse una escarapela en el pecho, y ornar las viviendas con la bandera peruana. Patria en un país multiétnico, multicultural y por lo tanto plurinacional, no puede ser la repetición de dolorosas experiencias coloniales de explotación y sumisión, de vejámenes racistas, de complejos de superioridad contra las nacionalidades andinas a las que cierta “inteligencia criolla” le llama “los vencidos”.
Los aimaras, quechuas y amazónicos han sido y siguen siendo motivo de “curiosidad” académica. Hoy en día cada especialista universitario tiene su paquete de “indios” o “indígenas” interpretados. Así el ayllu, la comunidad campesina, pasó a ser categorizado como parte del exotismo, la banalidad y la indiferencia. El resultado es que para estas nacionalidades la Patria es un rótulo más para los desfiles a los que se les convocan, un eslogan más para mostrar la libreta electoral, un cliché más ver jugar a la selección peruana en un partido de futbol, que en realidad es la selección de Lima.
La iglesia, la escuela y los medios de comunicación se han encargado de legitimar la exclusión, la sumisión cultural y la humillación emocional contra estas nacionalidades minorizadas. La iglesia con su ideología de la evangelización desconoce los valores culturales andinos ni la religiosidad aimara, quechua y amazónica; los cataloga como herejías, los condena al infierno y mediante el bautismo persigue convertirlos en cristianos creyentes. Ojala hubiera, y sería lo más cristiano, que algún cura o pastor de iglesia practique la interculturalidad en la teología. El respeto al otro aun no existe en la religión. ¿Dios se olvidó de la interculturalidad como uno de los mandamientos en la biblia, así como de la ecología?
La escuela a través de muchos de sus modelos pedagógicos que emplea sigue manteniendo la ideología de la imperfección aristotélica y considera a los niños y adolescentes aimaras, quechuas y amazónicos como ineficientes, incapaces e incompetentes y busca convertirlos en eficientes, capaces y competentes. Por eso predica un curriculo por competencias y capacidades en nombre de la perfección. Lo deleznable es que lo imperfecto para esta gente son las culturas y lenguas de nuestras nacionalidades y lo perfecto lo constituyen todas las costumbres y valores occidentales. Así piensa el Ministerio de Educación por eso sigue manteniendo un programa agotado de educación rural (EIB) que en treinta años no ha logrado recuperar y posicionar a las culturas aimara, quechua y amazónica.
Para los medios de comunicación, los aimaras, quechuas y amazónicos son objeto de burla. Más caricatura y desprecio hace que programas televisivos como “la paisana Jacinta” o “la chola Chabuca” sean modelos seguidos en las representaciones sociales por la sociedad. Subestimar a las nacionalidades, maltratarlos emocionalmente parece ser la consigna de los medios. Es común escuchar que los que no imitan modelos occidentales son tradicionales y los que lo hacen han ingresado a la modernidad. Este fenómeno ha permitido que muchos andinos vivan el estigma cultural, asocien la cultura y su lengua con la pobreza.
¿Qué es la patria para un aimara, quechua y amazónico? Mirar desde lejos como las transnacionales saquean sus riquezas naturales y cómo su situación de extrema pobreza continúa con un Estado que los ignora y desconoce sus potencialidades y capacidades humanas.
Que duda cabe. Son nacionalidades sin Patria. Por eso alguna vez un hermano aimara me dijo: yo prefiero ser aimara antes que peruano. Porque el Perú como una nación solo tiene mas de ciento ochenta años, pero como aimara, tengo más de mil años. Y me dijo algo al que hay que prestarle mucha atención si se quiere entender la complejidad del país. “Los aimaras somos una nación sin patria y esa patria hay que conquistarlo”.
Candidatos de tienda
Walter Paz Quispe Santos
En política el pragmatismo utilitarista reduce el pensar al cálculo, el golpe bajo, la componenda, el soborno, las malas juntas con tal de conquistar el poder. Esta nueva práctica logrera es la que preside todas las conductas políticas de los candidatos a las alcaldías, el gobierno regional en estos días. No hay la convicción de ideas, ni los principios de la organización partidaria, ni menos una docencia política. Lo que hay es arribismo mediático para mostrarse, el afán lumpenesco de conchabarse con unos soles o dólares a algún personaje favorito con tal de ser regidor o consejero regional.
La coyuntura es propicia para recordar a algunos Alcaldes o el actual Gobierno Regional antes de las elecciones municipales y regionales pasadas. El caso del gobierno regional fue patético. Apenas ganó la presidencia regional, empezaron los problemas por la repartija de cargos públicos con los consejeros regionales y el propio vicepresidente regional. Las consecuencias de ese desastre los pagamos los puneños. Al final todos fueron cicateros con sus ideales y pudo más el apetito por el interés personal, las formas rastreras de formar nuevos grupos de poder para administrar la región como una tienda.
La ocasión nos permite recordar también a algún regidor golondrino que por financiar la campaña electoral de un Alcalde distrital (hoy nuevamente candidato) hizo berrinche público. Reclamó sus cuotas de poder en el municipio. Al final del escandaloso caso todo acabó en un silencio cómplice, y no creo que a cambio de nada. Así es como terminaran las alianzas y esos romances fugaces con un saldo negativo alto. La factura como digo, lo pagaremos una vez más los puneños y esa historia fuliginosa se repetirá una vez más.
Los actos de persuasión política no son con ideas ni programas políticos, todo esto es reemplazado por la repartija de regalos que consisten en ropa, bebidas gaseosas, dinero mal reunido, y otros embustes generalizados que constituyen lastres para un verdadero proyecto político de desarrollo para la región Puno y las comunas locales. Pero eso no importa, vale más el hedor roñoso de las probidades públicas y la maledicencia con el objetivo de ganar la reyerta electoral. ¿Alguien se atreverá a cambiar todo esto?
Hay algo más. También habrá una sucesión interminable de ofrecidos, generalmente desempleados, para realizar pintas, visitar comunidades campesinas y localidades para realizar campaña electoral por su candidato a cambio de un cargo en el gobierno regional o el municipio, si es que logran la conquista electoral. A ellos no les importa una real dirección política ni un soporte técnico coherente de la administración local o regional, sino conseguir trabajo a cualquier costo. Esas apuestas por los favoritos para asegurar la supervivencia laboral ya se barajan y se frecuentan locales partidarios con ese propósito.
Así la corrupción, empieza a crear su propio Frankenstein político regional, ese terrible monstruosillo que no camina sino recula, patina y estanca distritos, provincias y una región entera. Por el momento intenta o finge mostrar signos de buena salud. Pero cuando se hace del poder es como el cangrejo. Todo es para atrás, y la descomposición es evidente. Cada uno hecha mano a sus propios intereses y camina perdido por donde sea, pero no por los destinos que exigen nuestros pueblos.
Acaso estas formas chanflonas de hacer política pertenezcan a una sociedad dominada por el hedonismo ramplón, el consumismo servil de lo fácil, o el nihilismo egoísta por una ciudadanía de primera categoría que es lo que los puneños buscamos para el desarrollo de nuestros pueblos. Fijémonos bien en estas formas de desquiciamiento político para no volver a equivocarnos otra vez más.
Un avance significativo en Comprensión Lectora
Walter Paz Quispe Santos
El Ministerio de Educación nos hace conocer que en las últimas Evaluaciones Censales de Estudiantes del Segundo Grado 2009, la región Puno muestra un avance significativo en los procesos de comprensión lectora en relación a los años anteriores. Sin duda, este mérito se lo debemos a los educadores que tuvieron la responsabilidad de enseñar el Segundo Grado de Primaria el pasado año. Es que obtener un 18,2 % en el nivel 2, significa que no sólo hubo una pedagogía del “cumplimiento”, sino un gran esfuerzo intelectual en las tareas de la enseñanza.
Desde que el Ministerio de Educación instaurara un proceso de evaluaciones censales desde el 2004, – al principio con muchos errores-, la Región Puno siempre ocupaba los últimos lugares, por eso nos llama la atención este cambio significativo en el rendimiento escolar en Puno. Y eso no puede ser un arte de la casualidad, sino, una toma de conciencia de los docentes y estudiantes sobre el rol de la educación en los tiempos actuales.
Ciertamente que hay regiones que tienen mejores niveles de vida, que muestran avances muy coherentes con ese nivel en lo que a educación respecta, como son Lima, Piura, Tacna, Moquegua, Arequipa, entre otros. Pero nuestra región, que tiene uno de los mayores índices de pobreza ocupaba estructuralmente el mismo ritmo de desarrollo entre la pobreza y el bajo rendimiento. Por eso el cambio de rendimiento escolar que presenta nuestra región nos halaga y nos permite señalar que en condiciones adversas de extrema pobreza si se puede conseguir resultados importantes. Y no dejarnos vencer por ese discurso fatalista que en condiciones de extrema pobreza no se pueden obtener nada.
El nivel dos quiere decir que los estudiantes comprenden lo que leen, es decir, deducen el para qué fue escrito el texto, la enseñanza de una narración, las cualidades o defectos de los personajes de una narración, el significado de las palabras, el tema central, el orden de los hechos, las causas, entre otros. El nivel uno quiere decir que los estudiantes comprenden solamente lo más fácil, es decir, deducen el tema central cuando el texto no desarrolla subtemas, deducen la causa de un hecho o afirmación, localizan información escrita en partes del texto y relación la oración con su dibujo. En el nivel uno la región Puno cuenta el 60,8%. Eso significa que hay un reto mayor que superar los próximos años, porque ese resultado no es el ideal.
Pero, también tenemos estudiantes que no comprenden nada. Y suman un 20,9%. Esto quiere decir, que los pequeños avances que obtenemos no deben hacernos perder de vista nuestros esfuerzos por mejorar y cambiar el rendimiento estudiantil. Y aunque no lo crea también hay docentes que no comprenden lo que leen y suman un 32,6% de acuerdo con las Evaluaciones Censales de Docentes del año 2007. Por lo que podemos cotejar que hay una correlación entre quienes enseñan a comprender con los que aprenden a comprender.
Por eso no sólo es importante hablar de un plan lector para estudiantes sino básicamente es urgente plantear un plan lector para docentes
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